A la hora de realizar una compra y no contar con el dinero necesario actualmente existen 3 posibilidades básicamente:
Tarjetas de Crédito
Por su facilidad de acceso y fuertes campañas publicitarias, es uno de los medios más llamativos, pero lo que poco se aclara, son los altos costos asociados que pueden llegar a existir si no se usan informadamente. Las tarjetas, en general, disponen de 2 formas de uso, “Avance en cuotas” y “Compra/Pago en cuotas”, en donde la primera da acceso a dinero en efectivo de libre disponibilidad y la segunda se está comprando algo específico. Una de sus particularidades son las flexibilidades de pago ya que, a diferencia de los Crédito de Consumo, estas pueden postergar pagos de cuota a través de los “pagos mínimos” acumulando los intereses definidos por la entidad crediticia.
Es de suma importancia informarse sobre las características propias que tiene cada tarjeta y las condiciones pactadas al momento de usarlas, dado a que varían según las promociones que pudiesen existir. La complejidad que hoy en día tienen las tarjetas va más allá de los intereses publicados ya que, no es raro ver en casi todo el comercio avisos de “compra sin interés”. Alguno de los costos/productos asociados son: Interés pactado, Interés por no pago (pago mínimo), Comisión/Mantención fija por uso de la tarjeta dentro del mes (en UF o $), Comisión porcentual según el monto usado en el mes, seguros asociados, etc.
Crédito de Consumo
Su acceso está más restringido, ya que normalmente está asociado a cuentas bancarias, aunque también está disponible en cooperativas y cajas de compensación, las cuales descuentas las cuotas directamente del sueldo del empleado. Este tipo de Crédito, tiene menos tolerancia al no pago de cuotas, teniendo intereses por concepto de mora y gastos de cobranza en caso de superar los 15 días de no pago. A diferencia de las tarjetas, los C. de consumo suelen tener montos mínimos mas altos.
Algunas de sus ventajas sobre las tarjetas son:
Línea de Crédito
Aunque no es usualmente considerada una opción para comprar, sino más bien un recurso a usar en caso de no tener dinero, sigue siendo otra forma de adquirir un bien o servicio. Es un producto asociado a las cuentas corrientes bancarias, por lo tanto, su acceso está restringido a tener una.
El funcionamiento difiere de las mencionadas anteriormente en que no existe el concepto de “cuotas” para su pago, sino que esta acumula intereses diarios sobre el saldo adeudado conforme al interés pactado por la entidad que lo esta proveyendo. Similar a la Tarjeta de Crédito, da la flexibilidad de no pago, siempre que se paguen los intereses acumulados del mes anterior.
Un cobro asociado que tienen las Líneas de Crédito, a parte de los intereses que pudiesen generar, es el seguro de desgravamen, este se paga anualmente y varía su valor dependiendo del cupo con el que cuente.
Tabla Comparativa
Tarjeta de Crédito | Crédito de Consumo | Línea de Crédito | |
---|---|---|---|
Flexibilidad de pago | Si | No | Si |
Facilidad de acceso | Alta | Baja | Baja |
Transparencia / Simplicidad en el monto total a pagar | No | Si | No |
Monto mínimo | No tiene (Solo casas comerciales en “avances”) | Si | No tiene |
Costo por uso | Intermedio | Bajo | Alto |
Cabe aclarar que, conceptualmente, todas las formas mencionadas son finalmente un tipo de crédito, y como tal, siempre habrá algún tipo de cobro (implícito o explicito) por solicitarlo.